¿Qué es el modelo social de la discapacidad?
En distintos momentos de la historia occidental, la discapacidad ha sido concebida de manera hegemónica como una condición biológica e individual de ciertos sujetos. Las representaciones, imaginarios, respuestas del estado y las sociedades han girado en torno a esta concepción. Recién desde la segunda mitad del siglo pasado, esta concepción aún vigente y dominante en nuestras culturas viene siendo cuestionada desde distintos ámbitos (académicos, políticos, sociales, artísticos, etc.) y vertientes de saber, que coinciden en que la discapacidad es un fenómeno social, que encuentra sus causas en la sociedad, en las barreras sociales.
Desde este paradigma social se considera que las causas que dan origen a la discapacidad no son ni religiosas ni científicas, sino sociales: más allá de las diversidades funcionales de las personas, las discapacidad es el resultado de una sociedad que no se encuentra preparada ni diseñada para hacer frente a las necesidades de todos y todas.
Este modelo conceptual y político defiende que las personas con discapacidad pueden aportar a la sociedad en igual medida que aquellas que no tiene discapacidad siempre respetando las diferencias. Apunta a la autonomía de la persona con discapacidad para decidir respecto de su propia vida. Para ello se centra en la eliminación de cualquier tipo de barrera, a los fines de brindar una adecuada equiparación de oportunidades.
Este modelo es la consecuencia de una larga lucha planteada por las propias personas con discapacidad, ámbitos de derecho internacional, de derechos humanos, las legislaciones internas de los estados; siendo el último paso la aprobación de la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Los procesos en torno a la inclusión educativa y social se dan en el marco de una transformación profunda de paradigmas vinculados a la discapacidad. Mucho se ha hablado del paso de los viejos modelos al modelo social, pero aún subsisten prácticas arraigadas en viejos paradigmas, que todavía responden a representaciones sociales que ven la discapacidad como una problemática individual, orgánica, biológica.
El modelo social, plasmado jurídicamente en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPCD) sacudió el edificio epistemológico e interpretativo tradicional, brindando a las sociedades la oportunidad de construirse en base a la diversidad y la igualdad de oportunidades y garantizando el pleno acceso al ejercicio de derechos de todas las personas que la componen.
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