Isabella Soto nos acompaña en el servicio de estimulación temprana hace ya 3 años, junto a su mamá Laura, su papá y sus hermanos Ana y Gonzalo, es una de las familias que se suman al festejo por los 25 años, acercándonos su experiencia y recorrido en el servicio.
Laura nos cuenta que cuando nace Isabella, la familia no tenía conocimiento de su diagnóstico y se enteran en el momento de su nacimiento. Desde ese momento, por recomendación de los médicos inician la búsqueda de un lugar apropiado donde Isabella pueda comenzar estimulación temprana, sabían que esto iba a contribuir mucho a su desarrollo y así llegan APADIM.
“A medida que Isabella fue creciendo, fue desarrollándose, desaparecieron unos miedos, pero aparecían otros” nos comenta Laura en su relato, destacando el acompañamiento y apoyo constante del equipo para transitar “este camino que es para toda la vida”.
También comparten como en el tiempo de pandemia y virtualidad fueron aprendiendo junto con el equipo, a adaptar el material de trabajo y los objetos que tenían en su casa, para continuar con la rutina de pautas y ejercicios que Isabella realizaba en el servicio.
Esto fue en un principio para la familia un desafío y luego una alegría: “Y al principio parecía difícil, pero bueno sí se pudo y estamos la verdad a fin de año súper contentos con todos los avances y el desarrollo, y todas las cosas que había logrado, que uno como papas decía ¡Uh yo logré eso!...¡Sí, nosotros!, bueno con la ayuda de la familia y del equipo que nos asistía permanentemente de manera virtual”
Finaliza la conversación con los deseos para Isabella, de libertad y de un propio andar, un camino sin etiquetas y limitaciones: “Que comience el colegio, que estudie, brindarle herramientas, capacitación y siempre apoyándola, guiándola, pero bueno esas son nuestras expectativas, digamos, nunca vimos ni pusimos en ella ningún tipo de limitación, al contrario, siempre es como que vamos por un poquito más”.
Muchas gracias a la familia Soto por compartir amorosamente su historia y sus vivencias, como sostenemos en el servicio: “ Generamos junto a ellas distintas instancias de diálogo y apoyos para que se disipen temores que pueden aparecer en un primer momento, para ponerle palabras a las incertidumbres o dudas, para proyectar juntos. En cada persona hay una singularidad y en cada familia una historia. Recibimos respetuosamente esas historias para acompañarlos y valorar sus fortalezas en la crianza activa con sus hijos e hijas”
Tenemos mucho por hacer. Apoyanos para seguir construyendo una sociedad más inclusiva. Aquí te contamos cómo.
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