Pero también un año en el que sostuvimos proyectos y apoyos. Un año en el que hubo que reinventarlo todo para seguir escribiendo historias y proyectando futuros más dignos. Un año en el que la solidaridad fue una semilla en una huerta orgánica, familiar. Un año que mostró que la salida siempre es en comunidad.
En las últimas semanas venimos haciendo cierres, balances, mirando en perspectiva, viendo cuánto hemos crecido, cuánto se perdió, cuánto trayectorias logramos sostener, cuántas desigualdades se ensancharon en este tiempo, cuánto deberemos transformarnos, cuántos desafíos quedan por delante. Es tiempo de balances y de descanso, porque este año, el esfuerzo que todos hemos hecho ha sido enorme, lo sabe todo el mundo, lo siente todo el mundo.
Venimos haciendo cierres, con videos, con nuestras voces y nuestras experiencias, en la virtualidad pero poniendo siempre el cuerpo y toda nuestra energía y compromiso. Como en este video que realizaron desde la Escuela de Formación Integral, en el que plasmaron una lúcida reflexión sobre la escuela en tiempos de pandemia, o el cierre de Estimulación Temprana, que abrazó los sueños de cada familia, de cada integrante del equipo para transformarlo en deseos colectivos; o el video de cierre de "El gordo y el flaco", uno de los tantos talleres del Centro de Día que este año siguió funcionando por nuevos medios. Como también los anuarios que hicieron en la Escuela Especial, dos de la primaria y una tercera recopilación del primer ciclo de la secundaria, que recorren algunos de los "hitos" de este año lleno de desafìos. Y como en los tres tremendos capítulos del libro digital, colectivo, interactivo y accesible, que realizaron desde el Centro de Orientación Laboral (realmente un trabajo tremendo) que están atravesados por un eje central: la casa, con todo lo que significa y lo que particularmente significó este año.
Un año en el que la solidaridad fue una semilla en una huerta orgánica, familiar. Un año que mostró que la salida siempre es en comunidad.
Llegamos a este fin de año, y brindamos recordando a quienes ya no están,
abrazándonos a la distancia y deseando, con toda la energía, que haya cada
vez más proyectos colectivos y amorosos.
Para que el 2021 sea un año de
dignidad.
Felicidades.
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