Pensar como las diversidades familiares legitiman y construyen nuevas posiciones en las configuraciones vinculares nos permite articular abordajes en discapacidad como un aspecto que forma parte de subjetividades de la propia persona y del grupo familiar.
Es decir, trabajar sobre las significancias y subjetividades que se generan en el núcleo familiar, habilitando los apoyos necesarios para que cada uno de sus miembros puedan elaborar lo que este acontecimiento les genera, desde historias personales, con miradas singulares y sensaciones subjetivas construidas por una diversidad de factores.
Estas biografías personales repercuten en prácticas y discursos que “atraviesan” a la persona con discapacidad, es decir que cada miembro va a generar una relación vincular con este acontecimiento, comentaba Mgter Viviana Bálsamo, y es por ello importante acompañar a las familias a construir saberes nuevos y propios desde terminologías habilitantes, subjetivizantes, para que construyan un espacio y un lugar para ese acontecimiento.
Imagen de los asistentes al curso de Formación
en Discapacidad e Interdisciplina
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Las experiencias familiares y sus demandas en cuanto a las distintas realidades que los asistentes pudieron compartir, implica justamente pensar como nos interpelan estas singularidades y biografías familiares diversas, para acompañar y habilitar espacios para que puedan pensarse y no obturar procesos saludables y singulares en estos vínculos.
No debemos ubicarnos en discursos totalizadores, términos absolutos y “diagnósticos cerrados de saberes profesionales”, porque de esta manera, - el saber profesional se infiere como receta que las familias deben aceptar- sino acompañar el movimiento necesario de las familias con abordajes integrales y respetuosos que permitan abordar estos conocimientos diversos que se inscriben en cada núcleo familiar.
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