Ya finalizando la propuesta del curso,
el sábado 08 de octubre nos encontramos junto al Lic. Marcelo Rocha, para pensar
y reflexionar sobre cómo los apoyos necesarios habilitan la realización de
proyectos de vida autónomos en discapacidad, pensado cuales son los alcances y
abordajes pertinentes para ir de- construyendo conceptos y representaciones
sociales que obstaculizan al sujeto.
Esto implica pensar procesos genuinos
de construcción de proyectos de vida en donde se habilite los espacios para que
se cimenten, en la práctica y en el devenir de los vínculos, experiencias
formativas en la constitución subjetiva, posicionando a la personas como un
sujeto deseante- y no un sujeto a
cuidar- proponer espacios y recorridos de interacción donde el deseo se manifieste,
se presente, tome “cuerpo” y que la decisión tome espacio
para que circulen desde el protagonismo.
para que circulen desde el protagonismo.
Desde un interesante recorrido teórico,
conceptual desde los aportes de la psicología,
filosofía y sociología, fundamentalmente, Rocha nos lleva a la pregunta y la
indagación sobre como nuestras propias prácticas sociales y profesionales están
atravesadas por estas lógicas, si pensamos cómo sociedad en estas cuestiones y cómo
la historia en discapacidad fue productora de estereotipos que fueron signado la
vida de las personas, designado, creando, programando vidas y sentidos, con la
creación de constructos limitantes y discapacitantes.
Es fundamental interpelarnos continuamente
e intervenir desde allí que posición crítica tomamos en nuestras prácticas en
relación a la discapacidad, como son los lugares y espacios que “damos” a las
personas con discapacidad y pensar que como sociedad debemos trabajar para que
estos modos de ser singulares como otros circulen y puedan desarrollar el deseo sobre qué quieren hacer de
sus vidas.
Es vital que podamos “romper estos circuitos
discapacitantes” manifiesta Rocha, para poder desplazar estos imaginarios sociales
subjetivizantes que no permiten acompañar la construcción de un proyecto de
vida y la perspectiva de incorporación laboral, por lo cual debemos pensar como
facilitar el tránsito a la vida adulta, proponiendo espacios e
institucionalizando miradas inclusivas para que el colectivo pueda desarrollar
su autonomía, independencia y sus proyecciones.
En este sentido, Rocha afirma que muchas
veces “el contexto social nos les facilita los espacios en los cuales ellos
puedan ensayar los papeles que le pueden permitir representarse en el escenario
de los adultos. Posibilidades de jugar y tomar posiciones con diferentes elementos
escenográficos que le permitan elabora ciertos papeles sociales, tomando,
descartando y tomar el que mejor se ajuste a sus individuales”
Es por esto importante la historia personal
y el recorrido institucional que la persona ha tenido en las distintas etapas
de su vida, identificar como estas biografías sociales, culturales e institucionales
han atravesado la vida de las personas y cómo las lógicas de producción de sujetos
en las sociedades como productoras de sentidos y lugares, en modos de pronósticos,
imaginarios y proyecciones “del poder y el no poder hacer” han cosificado estas
posibilidades.
Con casos, ejemplos claros, en un debate
abierto y en la búsqueda constante de reflexión, Rocha propone y reafirma la importancia
de pensar estos procesos sociales de empoderamiento de sujetos autónomos y deseantes
a partir de la transformación de las prácticas sociales y profesionales, y de
las representaciones y discursos sociales que construimos como sociedad en
torno a la discapacidad.
Pensar nuevos dispositivos para que un sector históricamente excluido, segregado, estigmatizado e invisibilizado ocupe el espacio público y privado, en donde se respeten sus elecciones y posiciones, poniendo y reafirmando con ello, “aquí estamos y tenemos derechos”.
Pensar nuevos dispositivos para que un sector históricamente excluido, segregado, estigmatizado e invisibilizado ocupe el espacio público y privado, en donde se respeten sus elecciones y posiciones, poniendo y reafirmando con ello, “aquí estamos y tenemos derechos”.
El desafío es comenzar a desmitificar
estas producciones de subjetividades propias para poder empezar a pensar cómo
podemos acompañar a construcciones de deseos y proyectos diversos, plurales.
Como planteaba Marcelo Rocha en el
comienzo de la jornada “Jean Paul Sartre decía : Cada hombre es lo que hace con lo
que hicieron con él”.
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