El sábado 13 de
agosto, en el quinto encuentro del curso de Especialización en Acompañamiento Terapéutico y Discapacidad, compartimos una jornada de intercambios y
experiencia, bajo la modalidad de “Jornada clínica de la diversidad: Análisis
de la demanda y construcción de dispositivos posibles”.
Del encuentro participaron psicólogos y
coordinadores de la fundación Sistere- Pablo Dragotto y Tomás Oliva, de
Fundación Agora- Buenos Aires, Maximiliano Peverelli y Rodrigo Santillán y de Fundación
Hora Libre, Esteban Kalbermatter y Viviana Bálsamo.
Un interesante espacio que fue coordinado por Bálsamo,
directora del curso, quien fue articulando y habilitando la participación de
los distintos equipos de trabajo quienes compartieron la modalidad de trabajo y abordaje de los
casos clínicos presentados.
La finalidad del encuentro estaba justamente a partir
del intercambio de experiencias, ver cómo se van construyendo los distintos posicionamientos
y funciones con sus especificidades
propias e inherentes de la figura del acompañante, del coordinador y cómo lo
que acontece en el escenario cotidiano de acompañado, esta signado por estas
lecturas que en la singularidad de los casos y abordajes debe propiciar una mirada
integral que permita la construcción de dispositivos propios del trabajo en
equipo, como elementos fundamentales para propiciar procesos inclusivos y
genuinos.
El
acompañamiento terapéutico es un dispositivo que debe habilitar la autonomía,
la palabra y la decisión, generando contextos accesibles y adecuados para que
la trama de subjetividades se generen, con la apuesta constante del replanteo y
autocrítica de las prácticas propias de las demandas o del devenir de las situaciones
acompañadas, buscando eclipsar y resquebrajar desde el empoderamiento del
acompañado la posición del poder de los discursos limitantes asociados al “deber
ser”.
En
el vínculo acompañante y acompañado se producen y reproducen espacios y lugares
para las intersubjetividades que permiten que en esa trama se planifiquen
cuestiones y escenarios donde se alojen inquietudes, particularidades, entramados
de pertenencia.
Escenarios,
lugares, vínculos, tramas, que se de-construyen con las singularidades y
subjetividades puestas en cada acompañamiento, en cada acontecer en lo
cotidiano.
Como comentaban los equipos, son importantes estos
espacios de intercambio para discutir, debatir y poner en escena, entre profesionales,
equipos y asistentes, como enriquecer el trabajo de los AT, pensando en la necesidad
de por ejemplo, crear nuevos dispositivos ambulatorios en el marco de la ley de
salud mental y nuevas regulaciones, que permitan sostener procesos de participación
social de los acompañados.
Trabajar desde una clínica comprometida, pensar en
los lazos sociales y la inclusión como un proceso, la modalidad del trabajo en equipo
como sostén del acompañamiento, fueron algunas de las frases que se compartieron,
pensando y considerando que estas instancias no sólo permiten el intercambio de
experiencias sino que promueven y habilitan la discusión central de pensar cómo
los posicionamientos habilitan, signan y propician los encuentros: distinguiendo
pareceres y estrategias de intervención y abordajes, pero siempre en el marco
del respeto y del ejercicio del derecho de la persona y que la especificidad
del equipo profesional debe ser un recurso de apoyo para la construcción de proyectos
de vida autónomos, independientes y en la diversidad.
Luego de la presentación de
los equipos se propuso un momento de reflexión, para generar la discusión,
valoración e inquietudes de los casos por parte de los asistentes al curso.
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