Continuando
con la propuesta del curso, el sábado 25 de junio compartimos el segundo módulo
del curso el Enfoque de Derechos Humanos en Discapacidad.
En esta oportunidad la propuesta del encuentro fue
realizar un recorrido intenso y extenso sobre la Convención Internacional
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, no sólo para continuar
profundizando los contenidos propuestos, sino para pensarlos desde las experiencias,
interrogantes y debates que pueden generarse desde las distintas realidades
profesionales o familiares cercanas en relación a la Convención.
De esta manera se realizó un análisis transversal y
estructural del documento, reconociendo definiciones, principios generales y
los artículos fundamentales y cómo la Convención es una herramienta jurídica que concreta y pone de manifiesto un
largo proceso histórico de cambios de miradas en torno
al reconocimiento de las personas con discapacidad como sujetos plenos
de derechos.
Como planteaba, Mariana Gandolfo, una de las
capacitadoras del encuentro, en el proceso de conformación de la Convención fue
muy importante el movimiento asociativo de las personas con discapacidad y
organizaciones no gubernamentales que tuvieron una participación y protagonismo
muy activo en el proceso de elaboración del articulado de la convención.
El activismo de las personas con discapacidad en la
construcción ideológica y conceptual en el articulado de la Convención, es una
conquista del movimiento internacional de las personas con discapacidad que le
otorga legitimidad a este tratado, refleja las reivindicaciones de este
colectivo desde un modelo social de la discapacidad y enfoque de derechos
humanos y plantea el inicio de una nueva etapa de desafíos a los países
firmantes.
La propuesta de este segundo encuentro fue poder conocer
la convención y desmenuzar su articulado, para apropiarse de ella, compartirla
y difundirla como herramienta útil pero no sólo en la defensa en el ámbito
jurídico, sino principalmente para el ejercicio de derecho en la vida cotidiana
de las personas.
Partiendo de la incidencia ideológica de la Convención en
la vida de la persona, las capacitadoras realizaron un recorrido por su
articulado, reconociendo la pertinencia de cada uno de ellos y los ejes
fundamentales sobre los que la Convención se estructura, para trabajar específicamente
los artículos y propósitos transversales de igualdad, autonomía y libertad de
las personas con discapacidad asociados al principio de no
discriminación, la participación plena y efectivas en la sociedad y
pensar como estos repercuten en las prácticas y representaciones sociales
en relación a este colectivo.
En este sentido, Marilina Hidalgo comentaba que para
comprender y trabajar el articulado de la Convención, utilizaron el esquema
analítico y reflexivo propuesto por Agustina Palacios, doctora en derecho, a
partir de cinco ámbitos genéricos desde el cual pensar cada artículo en
relación a derechos transversales, y desde allí poder comprenderlos y
apropiarse de ellos.
En este sentido, Hidalgo realizó un repaso comprensivo de
la razón de ser de los derechos, y cómo estos están presentes en los distintos
articulados de la Convención y cómo están interrelacionados “como comprender
uno de ellos nos permite comprender al otro y la claridad de las implicancias
que tienen para todas las personas con o sin discapacidad”
La Convención se presenta así, como un instrumento
legal, integral y amplio, para promover, proteger y asegurar el goce pleno
y en condiciones de igualdad de todos los derechos humanos y libertades de las
personas con discapacidad, enfatizando estos derechos y las obligaciones y compromisos que exige a la
sociedad y al Estado en su conjunto; destacando la oportunidad de
ser un instrumento que permite la construcción de una sociedad en base a una
cultura de derechos humanos.
Como planteaban las capacitadoras, “no es una expresión
de deseos es una normativa jurídica vinculante para nuestro país, pero por si
solo no alcanza es por eso que es necesario dotarla de vida, transformarla en
práctica”
La
propuesta final fue trabajar en grupo, la lectura de un artículo periodístico,
reconociendo cual o cuales derechos se veía vulnerado en el mismo, pensando
cuál de ellos prevalecía, teniendo en cuanta la interrelación que subiste entre
los mismos y que se manifiesta en el articulado de la Convención.
Luego de esta instancia grupal, se puso en común lo
trabajado, compartiendo las apreciaciones grupales, para poner en común como la Convención nos propone
debatir y pensar estas situaciones en las prácticas cotidianas.
Pensar cómo podemos promover adecuaciones necesarias para
que, tanto en las prácticas profesionales como en las prácticas cotidianas, en
las relaciones humanas, sociales, habilitar una mayor pluralidad de voces y
diversidades, para el diseño de espacios de comunidad más adecuados e
inclusivos.“La convención es una herramienta que brinda múltiples
facetas, es una conquista digna de ser reconocida y digna de ser divulgada, una
herramienta de transformación y de poder y para eso hay que conocerla, la
propuesta y el sentido del encuentro es ese”, afirmaba Marilina Hidalgo.
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