El sábado 30 de abril, nos encontramos para
dar inicio a la segunda edición del curso Atención a la primera Infancia:
intervención temprana desde un enfoque interdisciplinario, un espacio pensado
para compartir saberes y miradas teóricas-prácticas en cuanto al abordaje
interdisciplinario en estimulación temprana.
En el transcurso de seis encuentros, se
compartirá saberes académicos de relevancia para el trabajo
interdisciplinario, atendiendo a las necesidades y derechos de los niños en sus
primeros años y sus familias.
Esta propuesta parte de proponer una
intervención terapéutica pero no desde la patología, sino desde una concepción
de sujeto, para favorecer en ellos y ellas procesos integrales de desarrollo
individual y junto a sus familias. Sin duda es un acercamiento trascendental en
la temática de la discapacidad para las familias y como estas experiencias en
el servicio de estimulación temprana repercute en el núcleo familiar.
El equipo de estimulación temprana es un
espacio que se ha construido interdisciplinariamente y con actualización a los debates
y miradas superadoras, desarrolla experiencias de trabajo con esta población
aportando saberes desde la educación y la salud y con una perspectiva basada en
la promoción de la autonomía y de la participación de los niños en los
distintos espacios donde se mueven.
En el marco del trabajo que se desarrolla se
destaca el acompañamiento a las familias, para que estas desarrollen una
crianza activa con sus hijos e hijas y funcionen como apoyos durante todo el
tiempo. Durante todo el proceso la presencia de las familias cumple un rol
necesario y muy activo porque posibilitan procesos de aprendizajes teniendo en
cuenta las capacidades y los saberes presentes en las culturas familiares.
Sin duda, es muy importante que el
acompañamiento del servicio se realice teniendo en cuenta estrategias de apoyo
adecuadas para brindar herramientas pertinentes para el respeto de la
autonomía, diversidad e identidad de los niñ@s y sus familias.
En este primer encuentro, la Lic. Fabiana
Dutto enfatizó la importancia de pensar que la intervención temprana trabaja
con los primeros años del niño “y ponemos un énfasis particular en el
fortalecimiento de los vínculos tempranos, los vínculos familiares y el
contexto donde el niño se desarrolla”.
Los estímulos en las posibilidades del
desarrollo del niño, sólo son pertinentes y adecuados si se aplican considerando
los contextos sociales y particulares de cada niño y sus familias. Es decir los
estímulos deben considerar las biografías familiares, entendiendo estas
singularidades e incorporándolas como parte de este proceso.
Para comprender los procesos actuales y cómo
esta disciplina fue modificándose en estos años, Fabiana Dutto realizó un
recorrido histórico teniendo en cuenta las cuestiones sociales
y legales para la constitución en Argentina del servicio de
estimulación temprana.
En este sentido es fundamental comprender
cómo los distintos términos utilizados en la disciplina fueron variando de
acuerdo a la historia, si “se ha tenido en cuenta al niño, la familia, y los
términos utilizados fueron variando en función de que era conveniente utilizar
según la época”
En este sentido destacó el enfoque de sus
principales precursores y como la
modalidad de abordaje estuvo marcada en el ciclo de la prevención,
asistencia y promoción del niño y su familia.
“Así nació esta temática o esta disciplina
siendo asistencial y luego se comenzó a hablar de la prevención, de los tres
enfoques: primaria, secundaria y terciaria.”, comentaba Dutto.
En este recorrido histórico el servicio de
estimulación temprana fue construyéndose como un espacio interdisciplinario que
debe permitir diagramar configuraciones de apoyo que promuevan el
desarrollo y bienestar personal del niño/a, mejoren al proceso
terapéutico-educativo y favorecer el desarrollo armónico de las diferentes
etapas evolutivas en las primeras etapas de la vida, desde un accionar
preventivo y asistencial.
Como cierre de esta primera instancia del
primer módulo se realizó una actividad práctica en grupo en la cual se proponía
trabajar con casos clínicos, para poder entre todos “ investigar y viendo cómo
intervenimos desde nuestro abordaje los distintos tipos de prevención.”
El modelo social: Una nueva mirada en
discapacidad
Como un segundo momento del encuentro, es
necesario pensar cómo los contextos históricos, como comentaba Fabiana, en los avances de las modalidades
interdisciplinarias de los servicios de estimulación temprana y la
actualización de sus profesionales, han estado interpelados por los distintos
modelos en discapacidad con sus distintas representaciones sociales, discursos
que repercuten en las prácticas profesionales, instituyendo procesos y
finalidades determinantes en organizaciones e instituciones.
En este sentido, la Lic. Clara Ballesteros,
comenzó su disertación partiendo de los avances que trae esta nueva mirada en
discapacidad, “ este nuevo modelo social de la discapacidad que toma aportes de
los derechos humanos principalmente reconociendo, la libertad, el respeto a la
dignidad intrínseca de todas las personas y principalmente tratando de superar
los modelos anteriores que tienen que ver con explicar la discapacidad desde
causas religiosas o causas científicas principalmente es reconocer que la
sociedad es la que genera o la sociedad que hemos construido es la que
justamente genera las barreras para la participación”.
Esta mirada en lo social como una
construcción colección colectiva que nos interpela a todos y nos moviliza a la
práctica concreta tiene su fundamento en que la plena participación de tod@s es
“un desafió para todos para lograr que se construya una sociedad accesible, con
un diseño universal y principalmente que respete la diversidad, la diversidad
entendida como que todos somos diferentes, todos tenemos un funcionamiento
particular y reconocer que es justamente a través de la participación de todos
que se logra la riqueza y el respeto de la diversidad.”
En este contexto es imprescindible relacionar
estos modelos en discapacidad con las transiciones sociales y culturales, ya
que estas creencias y modos de abordaje están presentes en todos los ámbitos y
estos repercuten en la vida del niño, en las familias y las distintas
instituciones que atraviesan y acompañan la vida de toda persona.
Es decir, la discapacidad y el modo de
abordarla han generado un amplio universo teórico y paradigmas, con avances,
posturas diversas y una vasta diversidad conceptual que ha centralizado en su
discurso aspectos determinantes a la hora de entender a la persona y su
discapacidad.
“Implica básicamente un cambio de actitud,
valorar las diferencias y bueno, para eso contamos y se plasmado en el documento,
que es la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con
discapacidad”, comenta Ballesteros.
La Convención es una herramienta enfocada en
un modelo social promotor de derechos generando transformaciones sociales y
visibilizando construcciones identitarias genuinas, promueven nuevas formas de
ejercicio ciudadano real de las personas con discapacidad, modificando la
vulnerabilidad de estos grupos sociales y la postergación a la cual han sido
relegadas por la reproducción de estereotipos promotores de visiones
proteccionistas en las instituciones y en el ámbito social y familiar.
“Poder trabajar la Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad tiene que ver con poder difundir y que
se puedan apropiar las personas tanto que trabajan en el equipo y también las
que trabajan con personas con discapacidad”
La Convención en su articulado insta a la
formación de profesionales en este nuevo paradigma social como un marco
universal para concebir, conceptualizar la discapacidad, “con el respeto a la
diferencia y generando siempre las mejores y mayores oportunidades de
participación”
De esta manera, la persona como sujeto
adquiere una nueva forma de inscribirse en la sociedad, y en el intercambio con
las familias, los profesionales e instituciones, deben posibilitar estas
modificaciones y generar espacios de reflexión de sus prácticas: para promover, como sucede en el servicio de
estimulación temprana, la autonomía y la independencia del niño,
habilitando posibilidades, decisiones y acompañando a las familias para ir
juntos modificando aquellos miedos y temores reales que no permiten ver las
posibilidades del desarrollo subjetivo del niño o propongan miradas de
sobreprotección.
Se inicia así un primer encuentro de esta propuesta que tiene la intención de
ir compartiendo saberes, abordajes y experiencias que en la construcción
colectiva se enriquece de nuevos conocimientos y miradas.
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