El sábado 08 de agosto, se realizó el 5º encuentro
del Curso de Especialización en Acompañamiento Terapéutico y Discapacidad,
propuesta de formación que la institución viene realizando desde el mes de
abril.
En esta oportunidad la propuesta de los capacitadores, estuvo pensada en poder compartir con los asistentes, la importancia del trabajo del Acompañante Terapéutico entendiendo sus diferentes intervenciones como parte de la demanda del acompañado, lo que acontece en la relación vinculante particular con cada uno de las personas acompañadas, y cómo los contextos de abordaje e intervención varían de acuerdo a los apoyos necesarios que son requeridos de acuerdo a las distintas situaciones de discapacidad.
En esta oportunidad la propuesta de los capacitadores, estuvo pensada en poder compartir con los asistentes, la importancia del trabajo del Acompañante Terapéutico entendiendo sus diferentes intervenciones como parte de la demanda del acompañado, lo que acontece en la relación vinculante particular con cada uno de las personas acompañadas, y cómo los contextos de abordaje e intervención varían de acuerdo a los apoyos necesarios que son requeridos de acuerdo a las distintas situaciones de discapacidad.
Desde este marco Sergio Martínez
propuso indagar como los contextos sociales e históricos fueron determinando la
mirada de la persona con discapacidad en los distintos ámbitos, repercutiendo
esto en las intervenciones y abordaje de profesionales en el ámbito social,
educacional y de la salud.
De esta manera, se realizó un
interesante recorrido histórico por los
principales paradigmas en relación a la discapacidad, cómo las particularidades
de cada modelo de abordaje determinaron a la persona en su integridad,
signando la vida de la persona con discapacidad, vistos y
pensados como personas-“objetos” de intervención desde el misticismo de
lo religioso hasta la cientificidad de las propuestas meramente
rehabilitadoras, en el que diagnóstico era determinante y la mirada
normalizadora, de homogeneidad, estaba pensada en “rehabilitar adecuando la limitación
desde la funcionalidad”.
Como comentaba Martínez este largo
proceso con modificaciones conceptuales y teóricas en relación a la temática
fue generando cambios en las intervenciones y abordajes de los profesionales y
la necesidad de actualización permanente de los profesionales por la demanda de
la propia persona con discapacidad, el nuevo contexto social y el reconocimiento
de la persona como sujeto de derecho, desde un modelo social y enfoque de
derechos en discapacidad.
Esta nueva
mirada social de la discapacidad repercute en el abordaje médico de los profesionales
de la salud en sus intervenciones con los distintos colectivos de personas con
discapacidad y en los equipos interdisciplinarios.
Específicamente
los acompañantes como profesionales de apoyo a las
distintas actividades, acciones y procesos demandados por el acompañado y como miembros de los equipos interdisciplinarios,
no sólo deben adecuar sus prácticas profesionales a este marco conceptual e ideológico,
sino que deben tener un conocimiento integral de las distintas problemáticas asociadas
a los distintos tipos de discapacidad.
En
este sentido, como parte de un equipo, el acompañante debe estar familiarizado
con esta información médica, en muchos casos derivadas de un diagnóstico clínico,
para poder promover
los apoyos necesarios en cuanto a recursos técnicos y ortopédicos, como en los
casos de situaciones de discapacidad motriz, siempre desde una mirada integral
de la persona.
El conocimiento
de las alternativas tecnológicas y herramientas en rehabilitación deben ayudar
a facilitar la autonomía e independencia
de las personas que tiene alguna limitación corporal, sensorial, motriz o intelectual, entendiendo
estos recursos como apoyos que deben pensarse
en la singularidad de los casos.
El acceso a
esta información es un recurso vital para el acompañante terapéutico por el
escenario cotidiano de su intervención particular con su acompañado, aportando
datos e información contextual que muchas veces no puede ser mirada por otros profesionales,
por lo que su abordaje y su incorporación en los equipos interdisciplinarios, posibilita
poder con otros profesionales evaluar y planificar estrategias de abordaje integrales.
Desde este vínculo
particular que se establece en el acompañamiento, Daniel Vottero explica que la especificidad del vínculo, se
establece por una relación de dos sujetos que se vinculan a partir de una
relación basada en un prójimo en un proceso de acompañamiento que surge de las necesidades y deseos del acompañado, y no de las
limitaciones de la mirada clínica de su patología.
Es una relación que se genera en la diversidad de los sujetos implicados y la
perspectiva teórica de abordaje de los sujetos participes del vínculo
acompañante- acompañado, es por eso importante determinar cómo se producen y se
construyen desde una mirada interdisciplinaria los distintos contextos de
abordaje e intervención del acompañante.
En este vínculo,
explica Vottero, se trabaja con lo que acontece y en la demanda que es enunciada por la propia
persona, si bien
el modo de intervención que se genera con el sujeto es individual y particular,
el sujeto está inmerso en una cultura familiar determinada con una biografía
familiar particular que seguramente condiciona o interpela sus actividades,
elecciones o decisiones en el ámbito social.
Estos
discursos y contextos familiares hay que tenerlos en claro, porque la persona
acompañada está atravesada por discursos familiares, escenas cotidianas y posiciones
subjetivas de los miembros de las familias que habilitan, articulan o
inhabilitan determinadas situaciones en el acompañado.
Así como
la particularidad de los contextos familiares interceden en el vínculo del acompañante
“en lo que no puede hacer” en “lo que se espera” o “lo que realiza” independientemente de
posturas familiares de lo esperable, muchas veces no respetando la autonomía y decisión
de la persona, es importante poder trabajar con objetivos y metas claras que estén
sujetos a la revisión y evaluación de estrategias de intervención. Es
decir trabajar para que los cambios,
actividades o decisiones sean realizables en situaciones de acompañamiento
claras y concretas para ir proponiendo los apoyos necesarios para su
realización, con tiempos y ajustes adecuados, en la escucha constante y en la decisión
personal del acompañado.
La planificación de objetivos y la posibilidad de poder llevarlo a cabo deben ser acordadas en la relación singular del vínculo generado con la facilidad de ir modificando las estrategias, las formas y las situaciones de acompañamiento.
La planificación de objetivos y la posibilidad de poder llevarlo a cabo deben ser acordadas en la relación singular del vínculo generado con la facilidad de ir modificando las estrategias, las formas y las situaciones de acompañamiento.
En
relación a los servicios, programas y procesos vinculados con las personas
con discapacidad, es pertinente
conocer como se generan y construyen los diferentes
lugares de trabajo del acompañante a partir de los distintos ámbitos sociales,
educativos, culturales que el acompañado transita de acuerdo a su edad y a sus posibilidades.
Temáticas que fueron abordados con
la claridad de ejemplos concretos de situaciones de acompañamiento que vinculaban
con especificidad cómo la mirada teórica y conceptual ayuda a construir
procesos con recursos, apoyos y miradas de acompañamiento en situaciones cotidianas
que favorezcan la autonomía, independencia y autodeterminación del acompañado.
El sábado 08 de agosto, se realizó el 5º encuentro del Curso de Especialización en Acompañamiento Terapéutico y...
Posted by Apadim Córdoba on Miércoles, 12 de agosto de 2015
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