En este sentido la relación con las familias
del sujeto acompañado es fundamental para crear condiciones pertinentes para el trabajo de acompañamiento, tanto las familias como las instituciones,
deben compartir los códigos de intervención, demandas y situaciones generadas
en el ámbito gestado entre el acompañante y el acompañado, para que las
intervenciones y las estrategias vinculantes de las diversas situaciones
acompañadas puedan efectuarse y sean positivas para el sujeto.
Viviana Bálsamo, capacitadora de este cuarto encuentro,
explicaba la función primordial de las familias en sus diversidades
constitutivas y cómo el acontecimiento
de un miembro con diversidad funcional genera modificaciones al interior del grupo
familiar.
Si entendemos que las familias son núcleos sociales
complejos que cumplen funciones básicas en la sociedad en la construcción de identidad
dentro de las culturas, será en este transitar subjetivo con sus miembros y con
el contexto social, como van generando
situaciones diversas, de conflicto y crisis que deben y necesitan resolver para
incorporar los cambios, resolverlos y actuar en consecuencia.
Partiendo desde esta mirada de organización
abierta, en constante fluir y alejada del equilibrio, como productoras de
subjetividades, en las familias con un miembro con discapacidad, es muy
importante trabajar y acompañar los momentos, sensaciones y factores que se ven
implicados en las transiciones subjetivas de las personas con discapacidad en
las distintas etapas de crisis evolutivas que se producen en los vínculos
familiares frente a la situación de discapacidad.
En este sentido, es muy importante poder recortar
e identificar estas crisis familiares y personales de cada miembro en esta
nueva configuración familiar, pensando que estas no son producto de la
discapacidad en si misma o de la persona con discapacidad. Muchas veces es importante desarmar o poder desmenuzar los
mitos y creencias de las familias en relación a la discapacidad, si bien es
cierto que el diagnóstico genera modificaciones en el seno familiar pero
depende de una multiplicidad de factores, “ intervienen variables, como el momento de ciclo vital, la historia de
la pareja, proyecciones, expectativas, factores
socioeconómicos con los que cuenta como recursos de apoyo de acompañamiento
profesional, conocimiento, cuestiones que
no son simples y en cada historia personal le despertará determinadas
subjetividades”.
Si bien el modo de intervención que se genera con
el sujeto es individual y particular, una unión duradera que se establece con
representaciones sociales, emocionales y psíquicas, ligaduras y sensaciones
diversas, compuestas por alianzas, pactos y acuerdos, el sujeto esta inmerso en
una cultura familiar determinada.
Poder identificar estas configuraciones
vinculares al interior de las familias es fundamental pensando que el campo de intervención del acompañante es lo
cotidiano y que ingresa al funcionamiento
familiar, es primordial que tengan una escucha vincular.
En ese sentido Bálsamo plantea que si bien
hay cuestionamientos en cuanto al alcance de la intervención del acompañante
con el acompañado, hay que tener en claro que más allá que el acompañante este
en el hogar del acompañado y en el encuentro van estar solos, esa persona
acompañada está atravesada por los discursos familiares, escenas cotidianas, posiciones
subjetivas de los miembros de la familias: “contextos que habilitan, articulan
o inhabilitan determinadas situaciones en el acompañado”.
Es por ello que la escucha vincular es
fundamental para tener presente estos elementos y factores contextuales
para por un lado poder plantear estas
escuchas al resto de los profesionales del equipo interdisciplinario y poder,
si el caso lo amerita, plasmar determinadas intervenciones familiares.
En este sentido, para habilitar esta escucha
vincular el acompañante debe tener conocimientos y recursos sobre cómo se
configuran y funcionan las lógicas, las posiciones subjetivas, las crisis, de
esta configuración vincular particular.
Dentro de las distintas
etapas y necesidades que se van generando al interior de esta organización
dinámica y conflictiva, la perspectiva de la sexualidad en las personas con discapacidad
genera motivaciones y percepciones que deben trabajarse para promover el
derecho a una sexualidad plena.
La construcción del vínculo, del abordaje
psicosocial depende de la singularidad e individualidad del sujeto acompañado,
y esto es lo que debe orientar el trabajo del acompañante terapéutico en los
distintos ámbitos de intervención y acompañamiento con el sujeto.
En este cuarto encuentro de las ocho jornadas que conforman la propuesta de capacitación y formación del curso de...
Posted by Apadim Córdoba on Miércoles, 15 de julio de 2015
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