Fuente: "Con perseverancia, sacrificio y pasión. Entrevista a Nicolás Véliz" Portal de la Escuela de Cs. de la Información
De Carlos Paz a Malagueño, de Malagueño a Córdoba, de amateur a Los Murciélagos, de Argentina al mundo. Así de revolucionada es la vida de Nicolás Véliz, un joven multifacético de 24 años que combina en sus días: trabajo, estudio y deporte. Simpático, tranquilo y alegre lo que más disfruta en su vida es jugar al fútbol, estar con la familia y los amigos.
Cuenta que desde chico tenía dos intereses: la comunicación y el fútbol. Siempre le atrajo la función que cumplen los medios en la sociedad, además de la amplitud de campos con los que tiene contacto. A los 10 años trabajaba en la Radio Municipal de Malagueño, luego se inscribió para cursar Comunicación Social con orientación radiofónica en la Escuela de Ciencias de la Información, donde realiza sus últimas materias y el trabajo final, y actualmente, se desempeña como co-conductor del programa radial De ReMATE que sale los martes de 15 a 17h por Radio Lyf y que antes se emitía por Radio Sur.
El deporte y precisamente el fútbol siempre lo apasionaron. A los 12 años se inscribió en fútbol para ciegos, a los 16 lo convocaron de la Selección de Fútbol para Ciegos de Argentina para jugar en juveniles y hoy nos representa como delantero en Los Murciélagos. Entrena todos los días en el Club Municipal de Alta Córdoba y en el Quality y una vez al mes viaja a Buenos Aires para entrenar con sus compañeros del Seleccionado Argentino en el CENARD (Centro Nacional de Rendimiento Deportivo)
El 16 de mayo pasado, Los Murciélagos consiguieron el título mayor en los Juegos Mundiales IBSA (Federación Internacional de Deportes para Ciegos) tras derrotar a Gran Bretaña 2 a 1 en la ciudad de Seúl, Corea del Sur. “Fue una final increíble que tuvo todos los condimentos. Después de todo el esfuerzo nos pudimos quedar con la copa”, dijo Nicolás Véliz.
El último partido fue el que hizo transpirar a los jugadores. Iban perdiendo 1 a 0 en el primer tiempo. Sin embargo no se desanimaron y con optimismo, convicción y certeza siguieron adelante. A los 37 segundos para finalizar, Lucas Rodríguez consiguió empatar 1 a 1; y a los 7 segundos restantes, Nicolás Véliz favoreció a la Argentina con un penal de 8 metros.
Esta final significó para Nicolás, el máximo orgullo de un deportista. “Cuando estás en otro país es muy emocionante escuchar el himno argentino y sentir la sensación de responsabilidad de representar a tu país”. “Son experiencias muy lindas que nos ayudan a crecer como persona. Valoro aprender lo cultural y social de otros países”.
Además de la exigencia de los entrenamientos y la carrera, Nicolás trabaja en la empresa cordobesa Tarjeta Naranja, en un Área de Monitoreo y Gestión de Atención al cliente en diferentes medios.
Su experiencia de vida está atravesada por el sacrificio, la perseverancia y la pasión, como lo describió con sus propias palabras. Y en este marco, el fútbol abrió una puerta de oportunidades para crecer y conocer el mundo.
De Carlos Paz a Malagueño, de Malagueño a Córdoba, de amateur a Los Murciélagos, de Argentina al mundo. Así de revolucionada es la vida de Nicolás Véliz, un joven multifacético de 24 años que combina en sus días: trabajo, estudio y deporte. Simpático, tranquilo y alegre lo que más disfruta en su vida es jugar al fútbol, estar con la familia y los amigos.
Cuenta que desde chico tenía dos intereses: la comunicación y el fútbol. Siempre le atrajo la función que cumplen los medios en la sociedad, además de la amplitud de campos con los que tiene contacto. A los 10 años trabajaba en la Radio Municipal de Malagueño, luego se inscribió para cursar Comunicación Social con orientación radiofónica en la Escuela de Ciencias de la Información, donde realiza sus últimas materias y el trabajo final, y actualmente, se desempeña como co-conductor del programa radial De ReMATE que sale los martes de 15 a 17h por Radio Lyf y que antes se emitía por Radio Sur.
El deporte y precisamente el fútbol siempre lo apasionaron. A los 12 años se inscribió en fútbol para ciegos, a los 16 lo convocaron de la Selección de Fútbol para Ciegos de Argentina para jugar en juveniles y hoy nos representa como delantero en Los Murciélagos. Entrena todos los días en el Club Municipal de Alta Córdoba y en el Quality y una vez al mes viaja a Buenos Aires para entrenar con sus compañeros del Seleccionado Argentino en el CENARD (Centro Nacional de Rendimiento Deportivo)
El 16 de mayo pasado, Los Murciélagos consiguieron el título mayor en los Juegos Mundiales IBSA (Federación Internacional de Deportes para Ciegos) tras derrotar a Gran Bretaña 2 a 1 en la ciudad de Seúl, Corea del Sur. “Fue una final increíble que tuvo todos los condimentos. Después de todo el esfuerzo nos pudimos quedar con la copa”, dijo Nicolás Véliz.
El último partido fue el que hizo transpirar a los jugadores. Iban perdiendo 1 a 0 en el primer tiempo. Sin embargo no se desanimaron y con optimismo, convicción y certeza siguieron adelante. A los 37 segundos para finalizar, Lucas Rodríguez consiguió empatar 1 a 1; y a los 7 segundos restantes, Nicolás Véliz favoreció a la Argentina con un penal de 8 metros.
Esta final significó para Nicolás, el máximo orgullo de un deportista. “Cuando estás en otro país es muy emocionante escuchar el himno argentino y sentir la sensación de responsabilidad de representar a tu país”. “Son experiencias muy lindas que nos ayudan a crecer como persona. Valoro aprender lo cultural y social de otros países”.
Además de la exigencia de los entrenamientos y la carrera, Nicolás trabaja en la empresa cordobesa Tarjeta Naranja, en un Área de Monitoreo y Gestión de Atención al cliente en diferentes medios.
Su experiencia de vida está atravesada por el sacrificio, la perseverancia y la pasión, como lo describió con sus propias palabras. Y en este marco, el fútbol abrió una puerta de oportunidades para crecer y conocer el mundo.
¿Cómo es el fútbol para ciegos?
La Futsal o fútbol sala es un deporte colectivo de pelota practicado entre dos equipos de 5 integrantes cada uno, dentro de una cancha de suelo duro. El Seleccionado Argentino está compuesto por veinte jugadores. El técnico selecciona diez que participarán en el juego: Cinco titulares y cinco suplentes. De ellos, cuatro son ciegos y uno tiene visión que es el arquero.
A diferencia del fútbol tradicional, la cancha es de 40 x 20 metros y todo el lateral es vallado por lo cual el juego continúa todo el tiempo. Los cambios de los jugadores son ilimitados. Para guiarse utilizan una pelota sonora.
Es un juego que se caracteriza por tener mucha comunicación. Se solicita que la tribuna esté en silencio para que no haya interrupciones en las comunicaciones. Del lado de la Defensa está el arquero que guía a los jugadores; en la mitad de la cancha está el técnico que aconseja a los volantes y por último detrás del arco opositor, se encuentra una persona que asesora a los delanteros. Se indican frases como: “encará por la derecha, o por la izquierda, estás a tanto metros del arco”, entre otras)
La palabra “voy” es utilizada en el juego para evitar choques y dar referencias para el que tiene la pelota. Al que no dice esta palabra se le imputa una falta. La acumulación de cuatro faltas habilita al equipo contrario a patear un penal de ocho metros. Al finalizar cada tiempo las faltas vuelven a 0. Cabe mencionar que también existen los penales de 6 metros que son los más clásicos, similares al fútbol tradicional.
A diferencia del fútbol tradicional, la cancha es de 40 x 20 metros y todo el lateral es vallado por lo cual el juego continúa todo el tiempo. Los cambios de los jugadores son ilimitados. Para guiarse utilizan una pelota sonora.
Es un juego que se caracteriza por tener mucha comunicación. Se solicita que la tribuna esté en silencio para que no haya interrupciones en las comunicaciones. Del lado de la Defensa está el arquero que guía a los jugadores; en la mitad de la cancha está el técnico que aconseja a los volantes y por último detrás del arco opositor, se encuentra una persona que asesora a los delanteros. Se indican frases como: “encará por la derecha, o por la izquierda, estás a tanto metros del arco”, entre otras)
La palabra “voy” es utilizada en el juego para evitar choques y dar referencias para el que tiene la pelota. Al que no dice esta palabra se le imputa una falta. La acumulación de cuatro faltas habilita al equipo contrario a patear un penal de ocho metros. Al finalizar cada tiempo las faltas vuelven a 0. Cabe mencionar que también existen los penales de 6 metros que son los más clásicos, similares al fútbol tradicional.
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