La celebración a la madre tierra es una experiencia de aprendizaje colectivo que venimos realizando y recuperando hace ya varios años. Un momento comunitario que se ha ido instalando en la institución y que a la vez permite construir conocimientos desde las vivencias, revalorizando saberes desplazados y enriqueciendo los contenidos de nuestras identidades y nuestra historia de interculturalidad.
En una serie de publicaciones de este blog hemos ido contando partes del proceso de preparación, aprendizajes sobre los sentidos del encuentro, aquí hacemos un resumen con enlaces a los distintos momentos.
Son varios procesos que se concentran en la actividad de la celebración de la pachamama, desde los días previos y lo que queda días después. Venimos compartiendo esta celebración en la institución hace unos cuatro años. Pero algunos más antiguos cuentan que en otras épocas también se realizaba. La celebración a la pachamama es una de las festividades más extendidas y conocidas del mundo andino, que también se emparenta con distintas ritualidades de agradecimiento y ofrenda hacia la tierra, en momentos de la cosecha o de preparación de la tierra, que se extienden en distintas latitudes y culturas.
Como tantas otras costumbres ha sido desplazada por la vida moderna, pero en los últimos años viene siendo reeditada, recuperada y resignificada a los tiempos actuales. Organizaciones sociales o campesinas, grupos de afirmación de culturas originarias, pero también las escuelas la practican y la enseñan, ya no como costumbres del pasado ligadas a leyendas y mitos de pueblos que ya no están, sino como prácticas del presente que se están empezando a revalorizar y respetar.
Resignificándose a una actualidad marcada por una instrumentalización de la vida y la naturaleza como nunca antes se ha conocido, y en la que por esto mismo y también de manera inédita, vienen siendo dañadas y extinguiéndose formas de vidas de flora y fauna, violentándose ecosistemas enteros alrededor del planeta. Si entendemos la tierra como una fuente de recursos, que podemos transformar en bienes de consumo, en dinero, en cosas que usamos y tiramos, entonces no tenemos mayores obstáculos para aprovecharnos de ella al máximo rendimiento (concepto hegemónico por ejemplo en la agro industria) En general es conocido y compartido por las amplias mayorías del mundo que este modelo de producción, distribución, consumo y desecho no puede sostenerse. Los discursos políticos, periodísticos, académicos, educativos y cotidianos reconocen en esta forma de vida una espiral insostenible.
Sin embargo, las propuestas son contradictorias y se instauran en el marco de las luchas de intereses económicos. Así se actualizan las promesas tecnológicas que caen al servicio del interés económico (las lógicas de la "obsolecencia programada" evidencian cómo el conocimiento científico y tecnológico no se pone al servicio de vida, sino del capital). Así muchas de las soluciones consensuadas por líderes del mundo pasan por maquillajes verdes al actual sistema global de producción. Frente a esto, vienen tomando fuerza voces de líderes, intelectuales, activistas y pueblos. Manifiestan que si entendemos al planeta como una madre, como la madre tierra, ya no podremos usarla, aprovecharla, venderla, usarla y tirarla. "A la madre se la respeta y venera, no se la vende" En fin es la visión milenaria que se resignifica al momento histórico actual. En ese contexto, la recuperación de una mirada sobre la naturaleza de la que los seres humanos no somos algo externo sino parte, es al mismo tiempo una obviedad y una postura política de defensa de la vida.
Resignificándose a una actualidad marcada por una instrumentalización de la vida y la naturaleza como nunca antes se ha conocido, y en la que por esto mismo y también de manera inédita, vienen siendo dañadas y extinguiéndose formas de vidas de flora y fauna, violentándose ecosistemas enteros alrededor del planeta. Si entendemos la tierra como una fuente de recursos, que podemos transformar en bienes de consumo, en dinero, en cosas que usamos y tiramos, entonces no tenemos mayores obstáculos para aprovecharnos de ella al máximo rendimiento (concepto hegemónico por ejemplo en la agro industria) En general es conocido y compartido por las amplias mayorías del mundo que este modelo de producción, distribución, consumo y desecho no puede sostenerse. Los discursos políticos, periodísticos, académicos, educativos y cotidianos reconocen en esta forma de vida una espiral insostenible.
Sin embargo, las propuestas son contradictorias y se instauran en el marco de las luchas de intereses económicos. Así se actualizan las promesas tecnológicas que caen al servicio del interés económico (las lógicas de la "obsolecencia programada" evidencian cómo el conocimiento científico y tecnológico no se pone al servicio de vida, sino del capital). Así muchas de las soluciones consensuadas por líderes del mundo pasan por maquillajes verdes al actual sistema global de producción. Frente a esto, vienen tomando fuerza voces de líderes, intelectuales, activistas y pueblos. Manifiestan que si entendemos al planeta como una madre, como la madre tierra, ya no podremos usarla, aprovecharla, venderla, usarla y tirarla. "A la madre se la respeta y venera, no se la vende" En fin es la visión milenaria que se resignifica al momento histórico actual. En ese contexto, la recuperación de una mirada sobre la naturaleza de la que los seres humanos no somos algo externo sino parte, es al mismo tiempo una obviedad y una postura política de defensa de la vida.
En esas tramas se instauran estos procesos de aprendizajes comunitarios, en los que se juegan muchas cuestiones. Desde la recuperación de saberes que están en las familias, que durante mucho tiempo fueron olvidadas o menospreciadas como prácticas antiguas y atrasadas pero que al recuperarse en la memoria de abuelos y abuelas y resignificadas en los tiempos actuales, cobran sentidos de reflexión sobre el lugar y el tiempo histórico que ocupamos. Hasta la vivencia de procesos de preparación, que incluyen distintos aprendizajes (artesanías, folclore, alimentación, ciencias sociales, naturales, historia, geografía, diseño, etc.), momentos de realización de propuestas y construcción de acuerdos (qué cosas vamos a hacer ese día, de qué se va a encargar cada uno/a y cada grupo, cómo nos organizamos, a quiénes invitamos, etc.) y que finalmente confluyen en un encuentro, en una festividad compartida.
De esta manera este encuentro también nos reubica a todxs en procesos de enseñanza y aprendizajes donde compartimos, recreamos y construimos nuevos sentidos. No son saberes que unos poseen y otros reciben sino vivencias en las que todxs aprendemos. Y la facilitación de esos procesos es realizada por madres de estudiantes de la institución. Entre las historias familiares hay personas que hace ya muchos años se instalaron en Córdoba, viniendo del norte argentino y de Bolivia. Ellas son quienes animan toda la celebración.
Sus voces, sus comentarios, en fin sus enseñanzas se alimentan de sus memorias, de lo que decían sus abuelos y abuelas, cuando eran niñxs y las vivencias cotidianas se daban en una relación estrecha con la naturaleza. Hoy esas memorias enriquecen contenidos y asignaturas pedagógicas y se vuelven insumos para una mirada institucional sobre el contexto histórico actual.
Continua leyendo y recorriendo algunos momentos:
Taller de Cerámica: Los estudiantes de Artes Visuales y Diseño Gráfico de la Escuela de Formación Integral y Capacitación Laboral estuvieron durante las últimas semanas de agosto, trabajando junto a los profesores el moldeado de distintas piezas de cerámica que compartieron en el Ritual de la Pachamama.
Los días previos al ritual de la Pachamama: semanas previas al ritual los jóvenes junto a los docentes de la Escuela de Formación Integral y Capacitación Laboral, estuvieron trabajando en distintas actividades como fue el proceso de extracción de la arcilla para utilizar y hacer las piezas de cerámica, su cocción en el marco del Taller de Cerámica, y la preparación de los estudiantes de 4,5 y 6 año de dos temas para bailar el día del ritual a la pacha, bailecito del sol (bailecito con pañuelo) y pachamama (huayno) ambos del grupo Inti Huayra.
El ritual de la Pachamama en APADIM: y aquí el relato y las imágenes de la celebración del viernes 29 de agosto. “Agradecimos por lo dado y por lo que vendrá”.
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