Crónica de una jornada de trabajo y reflexión.
Ya publicamos sobre las instancias de capacitación que se dieron el sábado 9, en el marco del curso de Formación en Discapacidad desde un enfoque interdisciplinario pero por esas cosas de la agenda de la cotidianeidad, no habíamos contado sobre las dos instancias que compartimos el viernes anterior, en torno al tema. Van entonces estas breves líneas de registro.
Vista del público en el Auditorio Luis Gagliano. Sindicato Reg. Luz y Fuerza. |
Por la mañana del viernes compartimos una reunión con parte del equipo de trabajo de la institución, más precisamente con lxs trabajadorxs de las distintas áreas que vienen desarrollando reflexiones y prácticas en torno a la sexualidad, a partir de distintos programas (como el de Educación Sexual Integral), talleres y otros dispositivos de acompañamiento y apoyo hacia las personas con discapacidad que se vinculan a la institución.
Luego de una ronda de presentaciones, en el que cada unx fue compartiendo comentarios sobre formatos de intervenciones, inquietudes y aprendizajes de la práctica, la reunión tomó forma de un diálogo sin un interlocutor central y sin un tema prefijado. La propuesta previa era conversar a partir de las experiencias institucionales, pero la invitada replanteó no segmentar la experiencia en sexualidad: "cuando pensamos la sexualidad nos pensamos a nosotros mismxs".
Reunión de trabajo en APADIM |
La relación con las familias de las personas con discapacidad/diversidad funcional fue otro de los tópicos: "preguntarse por la propia sexualidad, para desde allí poder asumir roles más humanos como familia".
Silvina Peirano |
Del consumo y el rendimiento a las biografías sexuales. Una mirada liberadora e incluyente.
Por la tarde compartimos una charla pública para un público heterogeneo de unas 180 personas, entre familiares, trabajadorxs de distintas organizaciones y en menor cantidad personas con discapacidad/diversidad funcional. Este espacio se realizó con un formato distinto al anterior, con una disertación acompañada por una presentación, videos e imágenes que ayudaron a visualizar la trama conceptual, Silvina Peirano hizo un recorrido a través de representaciones sociales, apoyándose en elementos de la antropología cultural, la historia de la discapacidad, la sociología y hasta la economía y las artes para fundamentar la necesidad de pensar en términos de diversidad funcional. Toda la exposición y el diálogo posterior se registró en un video que publicaremos en breve. Pero compartimos aquí algunas lecturas y comentarios sintéticos a modo de adelanto.
Imagen general del auditorio durante la charla. |
Los procesos históricos nos han dado un sistema económico, social y cultural de escala global determinado por los paradigmas del capital, el consumo, de la rentabilidad, la eficiencia y el rendimiento. En ese contexto la sexualidad ha sido representada e impuesta erroneamente como una escalera que hay que ir subiendo: de los besos y caricias hasta la penetración y el orgasmo. La vieja mirada genitalista de exclusión: "¿Qué sucede por ejemplo con varones que no alcanzan una erección, o con las personas que no tienen orgasmos? ¿Son incompletos, incapaces?"
Las personas con discapacidad o con diversidad funcional atraviesan los distintos escenarios de la vida social: la familia, la escuela, el barrio, el trabajo, las instituciones, los centros de salud, los viajes, la ida al supermercado, la religión, etc. cargando una serie de estigmas que se presentan de diversas maneras en los distintos espacios y etapas de la vida pero que responden a una misma matriz: la explicación automática de que su historia vital (de su personalidad, su forma de ser, sus conductas, sus relaciones humanas, sus desempeños, sus expresiones, etc.) se entienden como reflejos de "SU" discapacidad. La persona es despojada de todo, salvo de su discapacidad, o bien, la discapacidad (en tanto construcción ideológica social) posee a la persona. Le antecede y la posee. La persona "la padece" y es pensada desde la connotación negativa de la dis-capacidad. Y desde allí es representada toda su realidad.
En ese marco, la sexualidad, el placer, el deseo constituyen expresiones de vida que se someten a mecanismos de inhibición. Mitificada, privada de condiciones necesarias, como la privacidad, intimidad, acompañamiento, aprendizaje, comunicación, etc., es al menos llevada a los márgenes de importancia de "lo que necesita la persona". Suplantada por un sistema de necesidades, carencias, desvalimientos y dependencias estandarizadas (según tipo de discapacidad), van borrando singularidades, así como condicionando posibilidades de manifestación. Deserotizado/a, privado de la belleza, en el fondo está el rechazo a ver en el dis-capacitado un ser con capacidad para sentir, y menos aún generar placer. Pero la sexualidad es inherente a los seres humano, es imposible no ser sexuados/as. Ante esta contradicción, la sociedad juzga las manifestaciones sexuales de las personas con discapacidad/diversidad funcional en el plano de lo normal/anormal.
La propuesta en cambio implica no pensar la sexualidad como algo que se posee, que se domina, que se instrumentaliza, sino como parte de las propias vivencias, que se explora a lo largo de la vida y a la vez la constituye. En esa propuesta se derriban las dicotomías capacidad/incapacidad, salud/enfermedad, normal/anormal. Todos y todas tenemos cabida. En el proceso, los cambios son inmensos, transversales a todos los planos de la estructura social: cambios culturales, educativos, comunicacionales, etc.
Y el objetivo es buscar el empoderamiento de las personas en el marco de sus propias subjetividades, tomar las propias decisiones, asumiendo también los riesgos. Lo venimos diciendo respecto de distintos temas y aquí se vuelve central: el cambio de los viejos paradigmas de la dependencia y la sobreprotección hacia la autonomía, la interdependencia en condiciones justas y libres, en fin la libertad de tomar decisiones implican riesgos. Implican asumir las posibilidades de fracasar, de sufrir y de tomar decisiones inconvenientes. De todos modos, no puede ser de otra manera.
Para ver más fotografías de la jornada de trabajo y reflexión, te invitamos a que ingreses aquí: Vivir la sexualidad en plenitud.
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