Hoy luego de varias jornadas de discusiones, medidas de fuerzas, paros, conciliaciones obligatorias, idas y vueltas que tenían como eje la discusión salarial se levanta el paro docente. Se abre el dialogo… se sientan a conversar sobre el conflicto… las partes demuestran su apertura para discutir…
Los docentes expectantes esperamos noticias… los alumnos y padres también.
Los representantes gremiales acuerdan que en función de la promesa del no descuento de los días de paro se dejan los reclamos y sus formas de expresión.
En que momento dejamos de pelear por un salario digno y nos preocupamos por los descuentos únicamente? Cuando los jubilados dejaron de ser parte de la historia de la docencia argentina? Cuando dejamos de indignarnos por una oferta de una suma en negro para los docentes en actividad? En que momento de mi vida me cambiaron las banderas de la lucha?
Pasamos de ser ilegales a ser indignos.
La sensación es de que cada uno debe cuidarse, que no nos toquen el bolsillo, que no se ejecuten los descuentos, terminemos el año tranquilos… total “el año está perdido”…
Que fea sensación. Mis colegas, los docentes que se supone nos representan en la mesa de negociación, un día gritan y arengan por el paro y a las horas salen y dicen todo lo contrario.
Siento que de nuevo me vendieron espejitos, que les entregué mi convicción y vocación para que unos pocos se posicionen en función de intereses muy mezquinos. NO me representan.
Por otro lado un Estado que nos ofrece un monto de dinero en negro (eso no es contradictorio con lo que proclama la publicidad que dice “todo bien… todo legal” de don Carlos para poner a los empleados en condiciones laborales optimas?)
Me hubiese gustado mucho que nuestro Ministro de Educación encabezara la negociación y defensa de los docentes al tener la maravillosa, y única experiencia, de haber estado de ambos lados de la mesa en corto tiempo.
Hoy siento que entregaron mi dignidad docente, que no saben valorar el capital social que implicó el compromiso asumido por cada maestro que frente a la presión decidió defender aquello en lo que creía.
Mañana vuelven los alumnos a las aulas, el maravilloso trabajo de las escuelas vuelve a ponerse en marcha, los proyectos cobran vida.
Me queda la esperanza de pensar que estamos formando a una generación que sabrá luchar por sus ideas, y que ojalá cuando les toque representar a sus colegas lo hagan con la ética y la dignidad que ello simboliza.
A pesar de todo, los docentes, seguimos peleando por una educación de calidad.
Lic. Ester Frola
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