No cambiaron las barreras de exclusión que enfrentan los niños, las niñas y los jóvenes de los barrios pobres, no cambió la indiferencia de los controlados remotamente, que luego de un inusitado interés parlamentario, suspiran de alivio y vuelven al caño de Tinelli.
En el área metropolitana de Córdoba (ciudad y gran Córdoba) viven alrededor de un millón 500 mil personas. El 40% de los niños y niñas cordobeses viven en hogares pobres. Argentina es uno de los cinco países con mayor producción de alimentos, exportando alimentos que podrían abastecer a 330 millones de personas, sin embargo, 1 de cada 5 niños (un 20%) tiene problemas de desnutrición en algunos lugares del país.
De las personas con discapacidad con edad y capacidades suficientes para desempeñar un trabajo con eficiencia y eficacia, sólo un 10 % está ocupado. El ejercicio de derechos ciudadanos, de expresión y de la participación libre en instancias educativas, sociales, recreativas, laborales o culturales siguen siendo progresivamente limitados por situación de discapacidad, de pobreza, de género, de edad o de identidad cultural.
Pasaron los quince días en que las aulas descansan y no todo parece haber cambiado tanto. En todo caso, los cambios que deseamos son los que más tardan en llegar, son los que más paciencia y pasión requieren. Son los imprescindibles.
Con ese deseo seguimos aquí. Empezando la segunda etapa del año.
Martín Passini
APADIM Córdoba
Pasaron los quince días del receso que les toca a las aulas cordobesas. Los quince días en los que, dicen, el país cambió. Cambió "la forma de hacer política", cambió el poder del gobierno, cambió el rol de las instituciones, cambiaron las expectativas de la gente, cambió todo menos la tendencia de los precios de los productos más básicos para la subsistencia.
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