13/05/08
(APe).- La campaña política de la señora Cristina Fernández que terminó convirtiéndola en presidenta de los argentinos, costó ocho millones de pesos en sus cinco giras alrededor del planeta en menos de un mes.
La entonces candidata dejó propinas por 8.750 dólares en tres días, contrató suites por 2.200 euros por noche y desayunó en su habitación por 165 dólares. Números que hoy están siendo investigados por la justicia argentina a través del doctor Norberto Oyarbide.
Casi ocho millones de pesos en cinco viajes durante veinticuatro días.
Una obscenidad.
Más si se tiene en cuenta que la propia señora sueña con convocar al gran acuerdo por el bicentenario del sueño colectivo inconcluso lanzado aquel lejano 25 de mayo de 1810.
En aquellas horas primeras, cuando el país era la apasionada fiebre de un grupo de no más de mil revolucionarios que decidieron inventar una nación, el secretario del primer gobierno, el desesperado Mariano Moreno, sostuvo que el salario del presidente debía ser igual al de un maestro. Ni más ni menos que los ingresos mensuales de un maestro. Eso debía ganar un presidente. La misma cantidad de dinero que un educador de las hijas y los hijos del pueblo.
Casi doscientos años después, la respuesta de los gobernantes argentinos distan mucho de aquel ideal igualitario de Moreno.
Quien hoy convoca a pensar de las distancias que separan la realidad del presente con los proyectos de mayo de 1810, no tuvo ningún reparo en gastar casi ocho millones de pesos en menos de un mes para instalar su figura en el extranjero.
Una cantidad de dinero que jamás podría gastar no uno, sino la totalidad de las maestras y maestros argentinos en menos de treinta días.
La causa que ahora se tramita en los juzgados federales intenta investigar si hubo “malversación de caudales públicos, peculado, y/o dádivas”.
La información sostiene que a nombre de la señora presidenta, “en el viaje a París”, aparecen “pedidos de ‘anticipo para gastos de asistencia’ a Cristina por 130.000 euros. Hay que recordar que el viaje duró siete días. En ese período, Mazza, Núñez y La Torre presentaron viáticos por US$ 22.000 en total. La candidata y sus funcionarios se alojaron en el hotel Le Meurice, instalado sobre la romántica Rue de Rivoli. Desde ahí podían caminar hasta el Louvre o la Place de la Concorde, que quedan a pocos metros, al igual que las boutiques más sofisticadas como Hermes, Chanel, John Galliano y las inaccesibles joyerías de la Place Vendôme. Para que la candidata durmiera en Le Meurice, el Estado argentino gastó 19.860 euros, que al cambio de aquel día (4,08) equivalen a 81.028,80 pesos. Sólo la suite presidencial para Cristina costaba 2.200 euros por noche”, apuntan las crónicas periodísticas.
A casi doscientos años del sueño colectivo inconcluso de mayo de 1810, los dineros gastados por la ahora presidenta representan una soberana bofetada a la memoria de Moreno, Castelli, Belgrano y miles y miles que se jugaron la vida y la perdieron por hacer realidad aquello de ver en el trono de la vida cotidiana a la noble igualdad.
La presidenta, mientras tanto, sigue adelante.
No le interesa demasiado tomar conciencia que su convocatoria para el bicentenario es, en realidad, el epílogo de aquel proyecto.
Fuente de datos: Diario Crítica 04-05-08
Fuente: Agencia de Noticias Pelota de Trapo "Cristina y Moreno"
Cristina y Moreno
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