La invitación estaba hecha. Y el atardecer cordobés con una suave brisa, esperaba la llegada de los amigos, familias y espectadores que buscan en estos espacios de la cultura un lugar que se configura como un oasis en el desierto de la rutina cotidiana.
La presentación del libro "El Hombre que ganaba por cansancio" del escritor cordobés Iván Ferreyra, que tomó cuerpo en un diálogo entre el autor y dos amigos: Agustín Di Toffino y Max Delupi (con quien además dirige y edita el portal www.poesia.com.ar) y la performance artística del grupo danzantes del Centro de Día de APADIM, cumplieron con creces expectativas de invitados y de los ocasionales espectadores. El almacen de la Memoria se llenó de gente, de ideas, de ironías y de emociones desplegadas con pañuelos que bailan con la libertad de las mentes tolerantes y desprejuiciadas.
El encuentro narrativo y la expresión corporal, encontraron un espacio perfecto de inclusión, de identidad, y de esteticas. La desfachetez y la ruptura de convencionalismos en la prosa narrativa del escritor cordobés no son sólo voces y palabras que caen, sino que son partes de un mundo artístico que interpela, llama y propone una mirada crítica y ácida de situaciones particulares. Es un libro que habla de la humanidad de las cosas.
La presentación del libro "El Hombre que ganaba por cansancio" del escritor cordobés Iván Ferreyra, que tomó cuerpo en un diálogo entre el autor y dos amigos: Agustín Di Toffino y Max Delupi (con quien además dirige y edita el portal www.poesia.com.ar) y la performance artística del grupo danzantes del Centro de Día de APADIM, cumplieron con creces expectativas de invitados y de los ocasionales espectadores. El almacen de la Memoria se llenó de gente, de ideas, de ironías y de emociones desplegadas con pañuelos que bailan con la libertad de las mentes tolerantes y desprejuiciadas. 
El encuentro narrativo y la expresión corporal, encontraron un espacio perfecto de inclusión, de identidad, y de esteticas. La desfachetez y la ruptura de convencionalismos en la prosa narrativa del escritor cordobés no son sólo voces y palabras que caen, sino que son partes de un mundo artístico que interpela, llama y propone una mirada crítica y ácida de situaciones particulares. Es un libro que habla de la humanidad de las cosas.
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