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Aborígenes: Córdoba, sede del Primer Encuentro nacional por la recuperación de la memoria.

Con el objetivo de reforzar las raíces ancestrales a través de la música, la danza y la tradición, para frenar el ‘genocidio silencioso’ al que se sienten sometidos, 150 representantes de diversas comunidades de todo el país se congregarán en la comuna de Villa La Bolsa el próximo 24.
Aseguran que la lucha por recuperar la memoria cultural no tiene fin, y es bajo ese ideal que propusieron dar lugar al Primer Encuentro Nacional de recuperación de la memoria.El próximo 24, delegados de las comunidades aborígenes de diferentes puntos del país se darán cita en Córdoba para debatir una propuesta de acción concreta.
“Creemos que esta es una forma de reforzar las raíces ancestrales de un país que, siendo uno de las más ricos a nivel cultural, es - paradójicamente-, uno de los que más se resiste a reconocer que su riqueza estriba en su pasado aborigen”, enfatizó Marco Esqueche, director y coordinador del proyecto. Para él, “la iniciativa de carácter social pretende que todos los argentinos reconozcan la situación de exclusión bajo la cual viven los descendientes aborígenes del país, un fiel reflejo de lo que sucede en América latina”.Al respecto, es significativo considerar que el norte cordobés se ubica entre los primeros lugares de asentamiento de poblaciones aborígenes de Argentina, donde un 56 por ciento tiene esa ascendencia
La descendencia aborigen de Esqueche está plasmada en su tez oscura, pero también en sus concepciones sobre la revalorización de los orígenes. Para el hombre, está claro que “los descendientes aborígenes tenemos mucho que brindarle al mundo en que vivimos, y tal vez una de las más importantes sea la concepción de tradición, como un ingrediente fundamental para la organización social”.“Primero luchamos por liberarnos, después por ser integrados a la sociedad, y en la actualidad por ser respetados y el derecho a la identidad”, enumeró el referente, considerando además que es “un largo camino de lucha”.

Pueblos originarios
La impronta de la iniciativa radica en que será el primer encuentro que se realiza en el país dedicado a la recuperación de la memoria, a través de la puesta en práctica de las costumbres de todos los pueblos originarios reunidos en un mismo lugar.Conciente de que constituirá “el próximo gran paso por parte de quienes militamos en las culturas de los pueblos originarios”, el descendiente afroperuano sostuvo que “la iniciativa concretiza la labor de años, en la que nos hemos pasado itinerando por distintos países y pueblos presentando talleres que al fin de cuentas no quedan en nada”.
Las expectativas del encuentro son muy buenas, teniendo en cuenta que ya confirmaron su presencia representantes de comunidades aborígenes provenientes de Buenos Aires, Chaco, Santa Fe y el interior de Córdoba.Cabe destacar que la iniciativa se enmarca en un proyecto que pretende levantar un hogar escuela en Tanti donde capacitar a jóvenes descendientes de pueblos originarios para que se transformen en líderes culturales de sus respectivas comunidades. Junto a un grupo de voluntarios -también descendientes de aborígenes- asegura que la formación cultural de los jóvenes es el único modo de recuperar la memoria ancestral de los pueblos y frenar así el “genocidio silencioso” al que los somete el gobierno nacional

Para Marco “el cajón es testigo de la resistencia cultural, espiritual y revolucionaria de los pueblos aborígenes”.

Un exterminio silencioso
Según datos recabados en el 2006 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en Argentina hay más de 600 mil indígenas y descendientes aborígenes. Sin embargo, esa cifra se contradice con la estimación de la Asociación Indígena de la República Argentina (AIRA), que da cuenta de que, en realidad, estos son cerca de tres millones. La mayoría pertenecen a las comunidades kolla, wichi, toba, guaraní y mapuche. Para los especialistas, el flagelo de la desnutrición no es exclusiva de las comunidades originarias del Chaco, sino que afecta a miles de indígenas en todo el nordeste y el noroeste del país. Los estudios revelan que son las dos regiones que más padecen la falta de alimentación, y donde se registra un porcentaje elevado de muerte de niños.
El ritual central
Para Esqueche, el momento más importante del encuentro llegará cuando todos los representantes de las comunidades aborígenes se reúnan alrededor del cajón, uno de los instrumentos ancestrales que existe en Argentina y en toda Latinoamérica.“El cajón es testigo de la resistencia cultural, espiritual y revolucionaria de los pueblos aborígenes. Es también desde los primeros tiempos, un espacio de encuentro y una herramienta para la organización social y política”, ponderó Marco, para quien es preciso aclarar que “no se trata de un encuentro de percusionistas”.Los descendientes aborígenes coinciden en destacar que el cajón es más que un instrumento musical. Es la unidad del pueblo aborigen, es el punto de encuentro con la memoria histórica, con el legado de los ancestros “siempre resignificado en cada golpe”.“Al ritmo del cajón, las numerosas comunidades originarias mantenemos viva la memoria histórica, escondiéndola y resguardándola en las danzas, cánticos y rondas de cajones”. De esta manera las familias aborígenes - en su mayoría con más de diez hijos - se oponen al “sistema de paternidad responsable” como una manera de mantener las más profundas costumbres de riqueza en la cohesión familiar.Para ellos el rito se transforma en una forma de recuperar “el tambor de todos los pueblos, porque todavía los negros existimos, estamos vivos, aunque los diaguitas que practicaban la danza al son del tambor están diseminados. En definitiva, lo que queda es recuperar y conservar esa cultura”.

Fuente:http://www.lmcordoba.com.ar/2007/11/19/nota152978.html

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