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Al mediodía de una mañana muy calurosa, alumnos, docentes y miembros de APADIM, compartieron en el Salón principal, la entrega de premios y menciones especiales a los participantes del Concurso de Computación 2007.
Esta actividad pedagógica que es organizada por el Gabinete de informática de la institución, ya en su cuarto año de edición, tiene por objetivo que los alumnos del nivel primario, CBU y Ciclo de Especialización , puedan demostrar las habilidades y los conocimientos adquiridos a través del programa de dibujo paint empleado en el gabinete. Este año los dibujos presentados, utilizando las herramientas del taller, tuvieron como consigna “dibujo a mi compañero” y el tiempo asignado para la realización de los trabajos dependió del ritmo propio de cada uno de los alumnos. Características del concurso
Durante dos semanas, los trabajos de los participantes fueron expuestos en la institución para ser seleccionados por los docentes y padres que conformaron el jurado. Como todos los años la exposición de las obras fue de manera anónima, dando a conocer sólo el nivel escolar al que pertenece su autor, y los criterios establecidos para la selección de los trabajos fueron, el uso variado de herramientas y colores, la coherencia entre la ilustración y la consigna dada y la creatividad.
Y los ganadores fueron…
Con la ansiedad de saber los nombres de los ganadores y las expectativas de muchos de los participantes quienes demostraron una gran habilidad en el uso del programa, la profesora Silvia Cortez, encargada del concurso dio a conocer los nombres de los artistas cuyos trabajos fueron seleccionados. En el nivel primario el trabajo ganador fue del alumno Leonardo Acuña; del CBU el dibujo seleccionado como ganador fue el realizado por Maximiliano Villa Arias y del Ciclo de Especialización el trabajo elegido fue la obra de Víctor Rodríguez.
Los ganadores muy contentos, fueron muy aplaudidos y ovacionados por sus compañeros y docentes, entre todos festejaron, ya que todos los que participaron recibieron una constancia que acreditaba el esmero y la habilidad puesta en sus trabajos.
Más allá de las menciones, el verdadero premio fue la gran cantidad de participantes, quienes tuvieron la posibilidad de expresarse a través de un dibujo, de mostrar sus habilidades y aprendizajes, de contar sus vivencias con un lenguaje propio y libre.
El Salón de la Escuela Especial se llenó de colores, diseños y creatividad
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