Por la calle Rufino Zado corren chicos de un lado al otro y entran al espacio de recreación que está en diagonal a la Biblioteca Bella Vista. Al rato se asoman por la puerta con medio metro más de altura, ganado con unos zancos de colores con los que caminan con una naturalidad que asombra. Más atrás, pasan unos adolescentes con las manos llenas de témperas y unas nenas siguen con la mirada sus clavas en el aire. Con 17 años de inserción en la zona, la biblioteca también tiene talleres de murga, plástica, música y otros.
Y este año decidieron integrar todas las áreas a través de un proyecto de teatro comunitario, que es la única de esas experiencias en pie hoy en Córdoba. Eleonor Fritsman fue convocada para coordinar el proyecto. Su trabajo con teatro comunitario empezó en Buenos Aires, con teatro abierto en el años 85, cuando le tocó trabajar con el barrio de Quilmes. Ella explica: "No se trata de hacer un taller de teatro en un barrio y ya.
En la primera parte del año, Fritsman y la dramaturga Olga Casconi recolectaron relatos de los vecinos y, con ese material, cada área artística representará un fragmento de la historia. De memorias. "Queremos rescatar la memoria del barrio, para eso lo importante es escuchar lo que dice la gente", cuenta Fritsman, y trae a la charla el nombre de Paulo Freire, autor que puebla los estantes de la biblioteca y que sostenía la importancia de detenerse en el saber del otro. "No enseñamos, escuchamos y rescatamos", añade.
La dinámica de la actividad se vincula con técnicas del teatro foro y teatro político. Después de reunir los testimonios sobre el pasado del barrio y de coordinar las actividades integradoras entre los talleristas y los talleres entre sí, se viene la presentación final. "Ahora esa dinámica y herramientas necesitan el argumento.
Estamos trabajando la historia por fragmentos, los uniremos hasta que tomen su forma en una creación colectiva", añade Eleonor. La fuerte identidad del barrio está presente en los relatos que han recuperado, en la memoria de los más viejos y las anécdotas de los más chicos.
La presentación final del trabajo será en noviembre, en las mismas calles de Bella Vista. "Es notable cómo la gente evoca un pasado de esplendor del barrio –cuenta Fritsman–, en la época de la fábrica de aviones, cuando el espacio de la calle se compartía más. La idea es recuperar ese espacio de unión". Todos juntos. Según cuentan los talleristas, mientras los chicos y grandes sonríen para la foto, el 85 por ciento del barrio participa de una u otra forma en las actividades de la biblioteca y la Fundación Pedro Milesi, con mayoría de niños en el taller de murga y títeres, y de adultos (incluso mayores) en teatro. Cuentan que al principio la convocatoria trajo miedo y resistencia, pero de a poco y en un proceso lento, se fueron acercando. "Nosotros somos coordinadores, mediadores de este proyecto, lo importante es estar en un lugar receptivo y escuchar lo que el barrio quiere contar, lo que la gente necesita expresar".Y, cierran, esperan que el proyecto sea un detonador para que la comunidad se apropie de la experiencia.
1 comentario:
Compañeras y Compañeros…
Es un agrado enviar a ustedes esta invitación para el seminario que se realizara a fin de mes, resultado de un trabajo imposible de lograr sin la participación y apoyo de cada compañía participante.
Los esperamos.
Loreto y Carola
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