Desde ayer, una ley nacional obliga a los hospitales públicos y privados a extraerles una muestra de sangre a los recién nacidos para detectar nueve enfermedades. Pero la norma no sólo garantiza la detección precoz de esas condiciones, sino que también garantiza su tratamiento.
A las que ya incluía la pesquisa neonatal (la fenilcetonuria y el hipotiroidismo), la ley 26.279 agrega la fibrosis quística, la galactocemia, la hiperplasia suprarrenal congénita, la deficiencia de biotinidasa, la retinopatía del prematuro, el mal de Chagas y la sífilis. "Toda persona diagnosticada con anterioridad a la vigencia de la presente ley queda incluida automáticamente dentro de la población sujeta a tratamiento y seguimiento", precisa el texto de la nueva norma.
Entre los estudios a realizar, agrega el segundo artículo de la ley, "también se incluirán otras anomalías metabólicas genéticas o congénitas inaparentes al momento del nacimiento, si la necesidad de la pesquisa es científicamente justificada y existen razones de política sanitaria".
Además de la detección en los recién nacidos de las nueve enfermedades, la ley determina que las obras sociales y los demás prestadores de servicios de salud deberán "incorporar como prestaciones obligatorias" los tratamientos con drogas, fórmulas y suplementos especiales, alimentos y suplementos dietarios para cada patología, así como el equipamiento y los kits terapéuticos necesarios.
Para realizar esta pesquisa neonatal ampliada seguirá siendo necesario extraer una muestra de sangre del talón del bebe. "Todo lo que sea prevenir, especialmente en un recién nacido, es sin duda positivo. Claro que existen muchas otras cosas más que se deberían estudiar en los recién nacidos, pero lo importante es que se da un paso hacia adelante", opinó el doctor Jorge César Martínez, jefe de Neonatología del Hospital Ramón Sardá y profesor titular de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador.
Para el especialista, que también es miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría, la prevención de enfermedades desde el momento del nacimiento es fundamental. "Si lo medimos desde el punto de vista del ahorro de gastos en salud pública, cuando se previene se evitan futuros tratamientos, incapacidades físicas y psicológicas, y una gran cantidad de individuos y grupos familiares que la llegan a pasar muy mal", señaló.
En definitiva, cuanto más precozmente se identifiquen las alteraciones en el ser humano, mejor será el acompañamiento médico y de su entorno durante el crecimiento.
Sin embargo, una de las falencias de la pesquisa neonatal que el pediatra observó en la nueva ley es el control de la bilirrubina (pigmento biliar), cuyo análisis sirve para diagnosticar problemas hepáticos o de la vesícula biliar.
"Analizar el nivel de la bilirrubina puede ayudar a detectar problemas de salud presentes y futuros en el recién nacido y a determinar si los controles posteriores al parto deberían ser más frecuentes. En definitiva, ayuda a identificar los grupos de riesgo", dijo.
Cuando se acumula demasiada cantidad de bilirrubina, la piel del bebe toma un color amarillento. Esto, conocido como ictericia, ocurre en el 70% de los bebes. Aunque esa decoloración tiende a desaparecer normalmente después de que el bebe comienza a tomar la leche materna, el control precoz de la bilirrubina permitiría detectar -y descartar- la posible existencia de otras patologías detrás de la ictericia, como la hepatitis o la anemia hemolítica.
Algo más por actualizar sería el calendario de vacunación obligatorio. "Estamos muy atrasados en cuanto a las inmunizaciones, que habría que ampliar", indicó el pediatra. En la lista de faltantes incluyó, por ejemplo, las vacunas de la varicela, la hepatitis A y la antineumocóccica. "Es algo que no habría que discutirlo más -sostuvo-. Claro que irán apareciendo mejores vacunas, pero ésas son las que tenemos disponibles y deberíamos darlas gratuitamente."
Por ahora, la nueva ley aumenta el nivel de prevención neonatal. "Aunque podría ser más amplio, está muy bien", concluyó Martínez.
Qué se detectará
Fenilcetonuria: es una enfermedad hereditaria que provoca retraso mental.
Hipotiroidismo neonatal: es el déficit de hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo.
Fibrosis quística: es una condición que causa discapacidad progresiva y muerte prematura.
Entre los estudios a realizar, agrega el segundo artículo de la ley, "también se incluirán otras anomalías metabólicas genéticas o congénitas inaparentes al momento del nacimiento, si la necesidad de la pesquisa es científicamente justificada y existen razones de política sanitaria".
Además de la detección en los recién nacidos de las nueve enfermedades, la ley determina que las obras sociales y los demás prestadores de servicios de salud deberán "incorporar como prestaciones obligatorias" los tratamientos con drogas, fórmulas y suplementos especiales, alimentos y suplementos dietarios para cada patología, así como el equipamiento y los kits terapéuticos necesarios.
Para realizar esta pesquisa neonatal ampliada seguirá siendo necesario extraer una muestra de sangre del talón del bebe. "Todo lo que sea prevenir, especialmente en un recién nacido, es sin duda positivo. Claro que existen muchas otras cosas más que se deberían estudiar en los recién nacidos, pero lo importante es que se da un paso hacia adelante", opinó el doctor Jorge César Martínez, jefe de Neonatología del Hospital Ramón Sardá y profesor titular de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador.
Para el especialista, que también es miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría, la prevención de enfermedades desde el momento del nacimiento es fundamental. "Si lo medimos desde el punto de vista del ahorro de gastos en salud pública, cuando se previene se evitan futuros tratamientos, incapacidades físicas y psicológicas, y una gran cantidad de individuos y grupos familiares que la llegan a pasar muy mal", señaló.
En definitiva, cuanto más precozmente se identifiquen las alteraciones en el ser humano, mejor será el acompañamiento médico y de su entorno durante el crecimiento.
Sin embargo, una de las falencias de la pesquisa neonatal que el pediatra observó en la nueva ley es el control de la bilirrubina (pigmento biliar), cuyo análisis sirve para diagnosticar problemas hepáticos o de la vesícula biliar.
"Analizar el nivel de la bilirrubina puede ayudar a detectar problemas de salud presentes y futuros en el recién nacido y a determinar si los controles posteriores al parto deberían ser más frecuentes. En definitiva, ayuda a identificar los grupos de riesgo", dijo.
Cuando se acumula demasiada cantidad de bilirrubina, la piel del bebe toma un color amarillento. Esto, conocido como ictericia, ocurre en el 70% de los bebes. Aunque esa decoloración tiende a desaparecer normalmente después de que el bebe comienza a tomar la leche materna, el control precoz de la bilirrubina permitiría detectar -y descartar- la posible existencia de otras patologías detrás de la ictericia, como la hepatitis o la anemia hemolítica.
Algo más por actualizar sería el calendario de vacunación obligatorio. "Estamos muy atrasados en cuanto a las inmunizaciones, que habría que ampliar", indicó el pediatra. En la lista de faltantes incluyó, por ejemplo, las vacunas de la varicela, la hepatitis A y la antineumocóccica. "Es algo que no habría que discutirlo más -sostuvo-. Claro que irán apareciendo mejores vacunas, pero ésas son las que tenemos disponibles y deberíamos darlas gratuitamente."
Por ahora, la nueva ley aumenta el nivel de prevención neonatal. "Aunque podría ser más amplio, está muy bien", concluyó Martínez.
Qué se detectará
Fenilcetonuria: es una enfermedad hereditaria que provoca retraso mental.
Hipotiroidismo neonatal: es el déficit de hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo.
Fibrosis quística: es una condición que causa discapacidad progresiva y muerte prematura.
Hiperplasia suprarrenal congénita: es la carencia de cortisol y aldosterona, que causa masculinización inapropiada.
Déficit de biotinidasa: suele causar agresividad y retraso mental.
Retinopatía del prematuro: es la primera causa de ceguera de la infancia en la Argentina.
Chagas: es una parasitosis transmitida por la vinchuca y daña el corazón.
Sífilis: infección crónica que puede retrasar el desarrollo, provocar convulsiones o la muerte.
Fuente: diario La Nación
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