Lo distintivo es que el acto fue ocasión para inaugurar una nueva placita y satisfacer una necesidad para los niños y niñas de la zona. Un viejo terreno baldío, que el centro vecinal y las escuelas de la zona transformaron en un espacio de juegos al aire libre donde los más pequeños pueden jugar y cultivar su futuro.
Esta plaza inaugurada el día de la bandera se logró gracias al esfuerzo en conjunto de las instituciones y la comunidad; es producto del trabajo en conjunto de toda una comunidad que frente a la adversidad, de ser un barrio de bajos recursos de un sector bastante relegado de la ciudad, puede organizarse.
Además del Centro Vecinal, las instituciones que organizaron el evento y que están trabajando juntas son la Escuela Lorenzo Suarez de Figueroa, el IPEM 313, el jardín René Favaloro, la guardería “Pan y Manteca”, el jardín maternal “ Trapito” y la Escuela Especial de APADIM.
Estas acciones son el comienzo de una serie de actividades y proyectos que tienen la finalidad de revalorizar una de las zonas más excluidas de la ciudad de Córdoba, de construir en comunidad espacios de crecimiento, de pertenencia, que puedan mejorar la calidad de vida de los niños y jóvenes del sector.
En este acto, no faltaron los abanderados orgullosos, la música, el folclore, una bandera pintada con las manos de los más pequeños y la tradicional promesa de lealtad a la bandera por parte de los alumnos de cuarto grado de la Escuela Lorenzo Suarez de Figueroa. Una promesa de lealtad distinta y esperanzadora: “La promesa de vivir comprometidos, actuando y exigiendo por nuestros derechos de trabajo, educación, salud, justicia, igualdad de oportunidades para todos…”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario