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El futuro ya llegó

El entretenimiento se adapta a las nuevas tecnologías y se acomoda a un público dinámico.

Los soportes tecnológicos del entretenimiento cambian con una frecuencia y velocidad asombrosas. Es cierto que no hay nada de nuevo en esta afirmación que suena tanto a verdad de Perogrullo como a profecía Toffleriana, pero haberlo naturalizado no aclara mucho el panorama a futuro en un área en la que hasta no hace mucho, la televisión era un claro dominante. Echar hoy una mirada certera sobre el posible resultado que la influencia de “lo digital” (que ya es mucha) tendrá en las maneras de consumir películas, música, programas o noticias es, en el mejor de los casos, temerario. Sin embargo, hay algunas señales bastante claras de por dónde viene la cosa.

Todo en uno. La televisión satelital, por caso, es un buen ejemplo. Que ya exista un sistema (DirecTV plus DVR) que permite pausar un programa en vivo, rebobinar en vivo, almacenar hasta 100 horas de programación y grabar dos canales simultáneamente parece un accesorio sin demasiada trascendencia. Al fin y al cabo, el control remoto del DVD ya puede hacer eso y más. Pero detrás de ese argumento de venta hay algo poderoso: el usuario tiene la posibilidad de alterar la línea temporal de un programa sin necesidad de un elemento extra, sino interactuando directamente con el proveedor del entretenimiento y en tiempo real.
La televisión por cable convencional ya ha tomado nota y hacia fin de año los dos grandes operadores (Multicanal y Cablevisión) estarían en condiciones de digitalizar sus señales para ofrecer algo parecido.

Así y todo, se trata solamente de la punta de un ovillo mucho más grande que desde hace un par de años se desarrolla en el país: el triple play. Se trata del sistema que permite transportar por la misma red voz, datos y contenidos audiovisuales, o en buen criollo: teléfono, Internet, televisión y pay per view por el mismo cable, a los que en el futuro podría agregarse HDTV (televisión de alta definición) y conectividad inalámbrica.

Con eso y una nueva generación de televisores de pantalla de plasma que traen incorporado un poderoso procesador de última generación y un teclado y mouse inalámbrico (ya hay una compañía que los fabrica en Inglaterra) el “hogar digital” no está tan lejos y no cuesta imaginar a la familia reunida alrededor de la PC.
Los cambios en el consumo de medios de entretenimiento e información que estos nuevos soportes podrían producir ya están a la vista. Quienes producen contenidos audiovisuales abren el juego a Internet y los que mandan en la Web se lanzan a producir programas.

AOL (America on Line) apuesta a captar dólares de anunciantes habituales de la televisión con cinco programas interactivos relacionados con envíos de alto rating como The Ellen DeGeneres Show o el nuevo reality de Mark Burnett, Gold Rush, y juegos basados en blockbusters como Shrek 3. En un ámbito mucho más doméstico, en nuestro país el sitio web del canal de noticias por cable TN recibe fotos y videos de usuarios e incluye los que valen la pena en sus segmentos horarios.


Así las cosas, parece no haber nubarrones en un horizonte de convergencia medial, pero sí los hay. El constante crecimiento del volumen de datos que diariamente dan vueltas al globo vía banda ancha está saturando servidores y redes y no faltan los apocalípticos que anuncian colapsos inminentes.

No será para tanto, aunque seguramente demandará algunos cambios en el modo de establecer la conectividad y los avances estarán ligados al desarrollo del mercado.
Todo a todos lados. La portabilidad, la movilidad absoluta y el acceso a redes de datos sea donde sea es la otra pata de la evolución digital que –al igual que la doméstica– es cada vez más evidente hoy. Teléfonos celulares de tercera generación capaces de reproducir televisión con señal digital de origen, y la masividad que de a poco están alcanzando los dispositivos Blackberry (correo, telefonía móvil, mensajes SMS y acceso web inalámbrico en el mismo aparato) se perfilan como las próximas estrellas de un cielo solamente limitado por el precio de un servicio, hasta ahora, orientado a un segmento alto del mercado.

Apple lanzó este mes el iPhone, que incorpora a las utilidades del iPod las ventajas de un celular de última generación, acceso a Internet y una pantalla táctil multicontacto que facilita el acceso y lectura de páginas web. La puerta a la televisión digital espera mientras tanto, al menos en el mercado regional, a que distribuidores y productores de contenidos se adapten a la tecnología.

fuente: http://www.lavoz.com.ar/defaultak.asp?edicion=/07/06/10

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