Esta tarde, a las 18, en el Cabildo Histórico se presentará el libro Estado y sociedad en el mundo del trabajo de Jorge Ahumada y Stella Regis, integrantes del equipo de investigación interdisciplinario sobre El Mundo del Trabajo.
Dividido en dos secciones, el libro cuenta con una primera parte denominada “Subjetividad y trabajo” en la que los autores dan muestra de un sólido recorrido por la problemática del sujeto y la subjetividad en las ciencias sociales. Ahumada y Regis demuestran de qué modo para pensar al trabajador contemporáneo en el mundo del capitalismo globalizado se requiere de una meridiana comprensión de la problemática del sujeto, su identidad y de la ideología que se mueve en derredor de la llamada flexibilización laboral que no es otra cosa que una precarización de las condiciones del trabajo.
Hasta no hace mucho, el imaginario colectivo indicaba que acceder a un puesto de trabajo en la administración pública significaba acceder a un trabajo que, si bien no siempre era el mejor pago, representaba las mejores condiciones de trabajo. Esos beneficios fueron alcanzados por extensas jornadas de lucha por parte del movimiento sindical desde mediados del siglo 20. En los ’90, a medida que el neoliberalismo fue conquistando las voluntades de la clase dirigente, la flexibilización se fue imponiendo como lógica de contratación.
El empleo público en Córdoba no se vio desafectado de este devenir. ¿Qué efectos produce este avance? La investigación de Ahumada y Regis es contundente: “El avance de las condiciones de precariedad y flexibilidad laboral en el empleo público está produciendo un disciplinamiento cada vez mayor de los trabajadores y una disminución de la capacidad sindical para defender los derechos laborales.
Por lo cual aquello que era tan importante en otras épocas llamado conciencia obrera, hoy está perdiendo relevancia”. Trabajos como este ayudan a pensar de qué modo las ciencias sociales pueden y deben intervenir con sus saberes en la realidad cotidiana de las sociedades contemporáneas. Estado y sociedad... contribuye a comprender de qué modo el disciplinamiento al que nos sujeta el trabajo deja de ser un malestar para posicionarse como un mal que no sólo afecta las condiciones propias del trabajo sino que también llega a lo más íntimo de la subjetividad.
Fuente:http://www.lavoz.com.ar/07/05/29/secciones/cultura/nota.asp?nota_id=76090/
Periodista: Carlos Gazzera
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