Omar se levanta temprano toma el colectivo y como todos los días llega 15 minutos antes a su trabajo, siempre con la ansiedad del primer día. Desde hace 2 años recibe un sueldo que retira del cajero y junto a su madre comparte los gastos del hogar. Compra el último CD de la Barra y el resto lo ahorra ...dice que está juntando para construir una pieza al fondo. Sueña casarse y formar una familia.
Omar es uno de los muchos jóvenes con discapacidad intelectual que trabajan en la Ciudad de Córdoba.
Cuando se le pregunta sobre el significado del trabajo, él responde “es todo”.
Muchas veces definimos el trabajo desde una perspectiva que se relaciona con la producción de bienes, la actividad humana y la satisfacción de necesidades.
Pero el significado que adquiere el término para Omar es distinto. Nos habla de la realización personal, de independencia, de responsabilidad, de dedicación, de desarrollo profesional, de un proyecto de vida, nos habla de también de dignidad y del ejercicio de la ciudadanía.
La reafirmación de los valores del trabajo sobre lo instrumental nos permitirá hablar de los DERECHOS de la persona y no de la rentabilidad laboral, de la globalización del mercado o de especulaciones financieras que tratan de justificar los índices de desempleo.
En sociedades solidarias el pleno empleo debe ser una política de estado.
Omar al igual que miles de jóvenes en situación de vulnerabilidad social, por condiciones sociales, físicas, jurídicas o culturales se encuentran excluidos de una sociedad que los niega.
Se deben disponer de todos los medios, recursos y oportunidades necesarias para el logro del ejercicio de los derechos que a todas las personas le asisten.
El trabajo es un derecho que dignifica al hombre en su condición y Omar con su trabajo esta construyendo una sociedad más justa.
Autor: Lic.David Paredes.
Lo que los índices no dicen del trabajo
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